Reducir las emisiones de carbono a través del almacenamiento de alimentos congelados

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En el mundo de la logística y las cadenas de suministro, a veces los cambios más pequeños pueden tener el mayor impacto. Imagine si el simple hecho de aumentar unos pocos grados la temperatura de almacenamiento de los alimentos congelados pudiera reducir drásticamente las emisiones de carbono. Esa es la idea tras una iniciativa innovadora a la que project44 se ha unido recientemente como parte de una coalición mundial destinada a revisar un estándar centenario del sector de los alimentos congelados.

Argumentos a favor del cambio: cuál es la relevancia de un cambio de 3 grados

La mayoría no dedicamos mucho tiempo a pensar en la temperatura a la que se almacenan y transportan nuestros alimentos congelados. Sin embargo, durante casi 100 años, el estándar ha estado establecido en los -18 ° centígrados, una cifra que se remonta a la década de 1930. No obstante, investigaciones académicas recientes sugieren que aumentar esta temperatura en solo tres grados, a -15 °C, podría tener beneficios significativos, sin comprometer la seguridad o la calidad de los alimentos.

Según científicos del Instituto Internacional de Refrigeración, la Universidad de Birmingham y la Universidad de Londres en South Bank, este pequeño ajuste podría:

  • Reducir las emisiones de carbono en 17,7 millones de toneladas métricas al año, lo que equivale a retirar de las carreteras 3,8 millones de automóviles.
  • Ahorrar aproximadamente 25 teravatios-hora (TW/h) de energía al año.

Adelante «El paso a los -15»: una coalición panindustrial

En respuesta a este descubrimiento, se ha formado una coalición conocida como «El paso a los -15», de la que project44 se enorgullece de ser uno de los primeros partidarios. Dicha coalición es mucho más que una siempre llamada a la acción; es un esfuerzo de todos los sectores por redefinir los estándares de almacenamiento de alimentos congelados por el bien del planeta y la cadena de suministro.

La coalición reúne a un poderoso elenco de líderes en logística y cadena de frío, que incluye:

  • AJC Group (EE. UU.): un proveedor mundial de alimentos.
  • A.P. Moller – Maersk (Dinamarca): una importante línea naviera.
  • Daikin (Japón): una empresa de tecnología de la refrigeración.
  • DP World: empresa de logística que encargó la investigación original.
  • Lineage (EE. UU.): un especialista en soluciones de cadena de frío.
  • Kuhne + Nagel (Suiza): una empresa de transporte y logística.
  • Mediterranean Shipping Company (MSC) (Suiza): un gigante del transporte de contenedores.
  • Ocean Network Express (Singapur): una empresa mundial de logística y envío.
  • La alianza mundial de la cadena de frío: un organismo influyente del sector.

Unidos, estos líderes del sector están explorando la manera de hacer realidad este cambio de temperatura, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir los costes de la cadena de suministro y garantizar los recursos alimentarios para una población mundial en crecimiento.

Las voces de la coalición

Thomas Eskesen, presidente de la coalición El paso a los -15 °C, destacó la importancia de la colaboración: “la colaboración es esencial para nuestro éxito, por lo que estamos encantados de haber atraído a tantos nuevos miembros notables a nuestra coalición. No solo es genial ver crecer nuestra huella geográfica, sino que también estamos viendo a más y más miembros y representantes en todas las etapas de la cadena de suministro de los alimentos congelados. Al redefinir los puntos de referencia de temperatura, podemos tener un impacto significativo en la descarbonización de las cadenas de suministro mundiales. Pero ninguna empresa puede hacerlo por sí sola. Para prepararnos de cara al éxito, seguimos centrados en ampliar nuestra base de miembros y alentamos a los actores clave dentro de la cadena de suministro de los alimentos congelados a que se pongan en contacto y tomen partido”.

El profesor Toby Peters, de la Universidad de Birmingham y la Universidad Heriot-Watt, se hizo eco de estos sentimientos, subrayando el papel crítico que desempeñan las cadenas de frío en nuestra economía y la sociedad. “Las cadenas de frío son infraestructuras críticas, vitales para una sociedad y una economía que funcionen bien. Sustentan nuestro acceso seguro a alimentos nutritivos y a la salud, así como nuestra capacidad para impulsar el crecimiento económico. La infraestructura de la cadena de frío, o su falta, tienen implicaciones para el cambio climático mundial y el medio ambiente”.

El camino por delante

La investigación tras esta iniciativa es accesible para todos, para invitar a los líderes del sector, las partes interesadas o cualquier otro a mostrar su apoyo y participar. Al repensar un estándar de temperatura obsoleto, esta coalición no solo está adoptando la innovación, sino que está liderando un movimiento que podría transformar el futuro de la logística alimentaria, reduciendo la huella de carbono al tiempo que se mantiene la seguridad y la calidad de los alimentos.

Más información sobre el movimiento El paso a los -15 °C.