Comercio como instrumento de presión: cómo las cadenas de suministro se utilizan como herramientas en las luchas por el poder geopolítico

Medio Oriente ha sido durante mucho tiempo un punto de crisis geopolítico, pero las recientes escaladas de las tensiones han traído nuevas amenazas a las cadenas de suministro globales. Actualmente se están desarrollando dos riesgos significativos: la amenaza de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz y los ataques de los hutíes contra buques comerciales en el estrecho de Bab-el-Mandeb. Si bien estos eventos son geográficamente distintos, comparten paralelismos sorprendentes, ya que ambos amenazan a rutas marítimas clave y desafían al comercio global.

Echaremos un vistazo más de cerca a estas dos interrupciones en curso, exploraremos su impacto en las cadenas de suministro globales, las similitudes y diferencias clave entre ellas, y qué industrias y regiones se ven más afectadas.

Las dos amenazas: el estrecho de Ormuz frente al estrecho de Bab-el-Mandeb

El estrecho de Ormuz y el estrecho de Bab-el-Mandeb son dos de los puntos de estrangulamiento más críticos en el comercio global. Ambos desempeñan un papel destacado en el transporte de petróleo, gas natural licuado (GNL) y mercancías en contenedores. Las interrupciones en estas vías marítimas tienen efectos de amplio alcance en las cadenas de suministro internacionales.

Estrecho de Ormuz: el estrecho de Ormuz es uno de los pasajes marítimos más activos del mundo, por donde se mueve diariamente casi el 20 % del petróleo mundial. Además, es una ruta importante para las exportaciones de GNL. Recientemente, Irán ha amenazado con bloquear o interrumpir el acceso al estrecho, utilizándolo como instrumento de presión ante las crecientes tensiones con Israel, Estados Unidos y sus aliados. Si bien los expertos creen que un cierre completo es improbable, incluso las interrupciones parciales podrían generar conmoción sobre los precios globales del petróleo, y provocar efectos en cadena en los mercados de energía y las rutas marítimas. Ya se informa que los buques están dando la vuelta para evitar la región.

Estrecho de Bab-el-Mandeb: el estrecho de Bab-el-Mandeb, que conecta el mar Rojo con el golfo de Adén y el canal de Suez, ha sido un punto de vulnerabilidad persistente debido a los ataques de los rebeldes hutíes contra buques comerciales. Estos ataques, que comenzaron en octubre de 2023, han tenido como blanco tanto a buques militares como comerciales en la región. Los rebeldes hutíes han causado una interrupción significativa en el transporte marítimo, lo que obliga a las empresas a redirigir los buques y aumentar las medidas de seguridad. Como resultado, las primas del seguro de transporte marítimo han aumentado para los buques que pasan por este estrecho y los tiempos de tránsito se han alargado, especialmente porque los buques se ven obligados a tomar rutas más largas alrededor del cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica.

Similitudes entre las amenazas

Importancia estratégica: tanto el estrecho de Ormuz como el estrecho de Bab-el-Mandeb son esenciales para las exportaciones de petróleo, aunque Ormuz maneja una proporción mayor. Las interrupciones en cualquiera de las vías marítimas causan retrasos significativos en el comercio global y los mercados de energía, lo que aumenta los precios del combustible y los costos de envío.

Influencia geopolítica: Irán y los rebeldes hutíes han utilizado pasajes marítimos clave como instrumento de presión en enfrentamientos geopolíticos más amplios. Las amenazas de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz tienen como objetivo intensificar las tensiones regionales, en particular con Israel, mientras que los ataques de los hutíes en el estrecho de Bab-el-Mandeb muestran apoyo a Hamas en Gaza. Ambas acciones crean problemas críticos globales para obtener apoyo para las resoluciones regionales.

Impactos en el transporte marítimo: las interrupciones en ambos estrechos han llevado al desvío de los buques, ya sea alrededor del cabo de Buena Esperanza o a través de rutas alternativas. Esto no solo aumenta los tiempos de envío, sino que también incrementa los costos de transporte, lo que complica aún más los desafíos que enfrentan las cadenas de suministro globales.

Diferencias entre las amenazas

Petróleo frente a carga general: el estrecho de Ormuz es más crítico para el transporte de petróleo y GNL, lo que tiene un impacto directo en los precios de la energía. El estrecho de Bab-el-Mandeb, si bien sigue siendo importante para el petróleo, maneja más carga en contenedores, lo que afecta al comercio global de bienes como electrónicos, productos farmacéuticos y bienes de consumo.

Naturaleza de las interrupciones: los ataques de los hutíes son más frecuentes y menos predecibles, y los buques son atacados sin previo aviso. Estos ataques han llevado a un aumento significativo en las primas de los seguros marítimos para los buques que transitan por la región. En contraste, si bien las amenazas de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz son menos frecuentes, se perfilan como una moneda de negociación estratégica, con el potencial de una interrupción repentina y significativa.

¿Quién se ve más afectado?

Mercados de energía: los países que dependen del petróleo, en particular en Asia y Europa, son los más afectados por las interrupciones en el estrecho de Ormuz. Si Irán cerrara el estrecho o causara retrasos significativos, los precios del petróleo podrían dispararse, lo que generaría presiones inflacionarias en los mercados globales.

Transporte marítimo y comercio globales: la industria del transporte marítimo se ve directamente afectada por las interrupciones en ambos estrechos. Las compañías navieras enfrentan tiempos de tránsito más largos y un aumento de los costos de combustible, lo que aumenta los costos generales de transporte. Sectores como la fabricación, el comercio minorista y los bienes de consumo son los más afectados, ya que los retrasos en el transporte de mercancías pueden conducir a desabastecimientos y retrasos en entregas.

Economías regionales: los países de Medio Oriente, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Catar, enfrentan las repercusiones económicas inmediatas de ambas amenazas, ya que el estrecho de Ormuz es crucial para sus exportaciones de petróleo y el estrecho de Bab-el-Mandeb es crítico para otras formas de comercio. Los países del Cuerno de África y los que dependen del canal de Suez para el comercio también son vulnerables a las interrupciones en el estrecho de Bab-el-Mandeb.

Uso histórico de las cadenas de suministro durante los conflictos

Si bien estos dos eventos están ocurriendo simultáneamente por razones similares, utilizar las cadenas de suministro como instrumento de presión durante los tiempos de conflicto no es exclusivo de Irán o de los hutíes. Los ejemplos históricos incluyen:

  1. Sanciones al comercio con Rusia: después de la invasión de Ucrania por Rusia en 2022, muchas naciones, incluidos Estados Unidos, la UE y Canadá, impusieron restricciones a las importaciones y exportaciones con Rusia. El petróleo ruso se ha visto gravemente afectado, ya que muchos países han detenido las importaciones y las exportaciones a Rusia siguen estando significativamente limitadas.
  2. El embargo comercial de Estados Unidos contra Cuba: aunque inicialmente fue un embargo de armas en 1958, esto se amplió a un embargo comercial completo en 1960 y sigue vigente hasta la fecha. Se impuso durante la crisis de los misiles de Cuba. Las Naciones Unidas estiman que el impacto del embargo en la economía cubana ha superado 1 billón de dólares estadounidenses, y el embargo continúa atrayendo críticas internacionales.
  3. Cierres del canal de Suez: en 1956, Egipto cerró el canal de Suez durante el conflicto que involucró a Gran Bretaña, Francia e Israel, desde octubre de 1956 hasta marzo de 1957. En 1967, Egipto cerró el canal nuevamente durante la Guerra de los Seis Días y permaneció cerrado hasta 1975.

Ideas finales

Las amenazas que plantea el cierre o la interrupción tanto del estrecho de Ormuz como del estrecho de Bab-el-Mandeb ponen de relieve las vulnerabilidades críticas en las cadenas de suministro globales. Si bien el estrecho de Ormuz representa un riesgo directo para los mercados globales del petróleo, el estrecho de Bab-el-Mandeb presenta riesgos continuos para los envíos de carga general.

Para las empresas, las crecientes tensiones en estas regiones y las interrupciones históricas de la cadena de suministro durante los tiempos de conflicto son un recordatorio de la fragilidad del comercio global y la necesidad de una gestión de riesgos estratégicos. A medida que las cadenas de suministro están cada vez más interconectadas, las interrupciones en una región pueden tener efectos en cadena en todas las industrias de todo el mundo. El monitoreo de los riesgos geopolíticos, la diversificación de las rutas marítimas y el desarrollo de planes de contingencia serán clave para las empresas que buscan mitigar estas amenazas y mantener la continuidad del negocio en un panorama global incierto.