Resumen:
- Las importaciones estadounidenses procedentes de China aumentaron hasta el 37 % en 2024, casi un 7 % más que el año anterior, lo que pone de relieve el papel crítico de China como proveedor a pesar de las interrupciones mundiales.
- Los aranceles nuevos y los ampliados sobre productos estratégicos, como la electrónica y el acero, han complicado el entorno comercial entre Estados Unidos y China, por lo que los importadores estadounidenses han tenido que ajustar sus estrategias de abastecimiento.
- Las negociaciones laborales en los puertos de la costa este y del golfo de los Estados Unidos siguen sin dar fruto, por lo que es posible que en enero haya una huelga que aumente las interrupciones y los tiempos de permanencia.
- Los cargadores están acumulando existencias de forma preventiva para evitar los riesgos asociados a cambios de aranceles y a posibles huelgas laborales prolongadas.
- Los cambios en las políticas comerciales y la amenaza de aumentar los aranceles del nuevo Gobierno están haciendo que las empresas estadounidenses reevalúen sus opciones de abastecimiento, tanto de países cercanos como de otro tipo.
Descripción
La posición de China como potencia manufacturera mundial sigue influyendo en las estrategias económicas y en la dinámica de la cadena de suministro de los Estados Unidos. A pesar de las recientes interrupciones en la política mundial y de las crisis sanitarias, más del 16 % de las importaciones totales de Estados Unidos proviene China. Factores como los costes laborales competitivos, las sustanciales subvenciones del Gobierno para la fabricación y el acceso a materias primas más baratas han hecho que China sea un proveedor crítico de una amplia gama de bienes y recursos de los que Estados Unidos depende.
Proporción de las importaciones de China
Según los datos de los millones de envíos marítimos que project44 gestiona cada año, la proporción de las importaciones marítimas de los Estados Unidos procedentes de China ha aumentado considerablemente en los últimos tres años. Los siguientes gráficos muestran el porcentaje de contenedores que Estados Unidos ha importado de China.

El porcentaje anual de importaciones de China ha aumentado constantemente en los últimos tres años: en 2024 las cifras fueron del 37 %, casi un 7 % más que el año anterior. Para un análisis más detallado, el siguiente gráfico muestra los cambios proporcionales mensuales de las importaciones desde China en 2024, comparándolos con los mismos meses de 2023.

Cabe destacar que, salvo en abril, en todos los meses de 2024 aumentó el porcentaje de importaciones de China con respecto a 2023. El aumento de enero se debe al Año Nuevo Lunar, que se celebró en febrero de 2024 y en enero de 2023. Este aumento constante durante el resto del año se puede atribuir principalmente a dos factores:
- Introducción de nuevos aranceles en las importaciones de los Estados Unidos procedentes de China
- Incertidumbre laboral en los puertos de la costa este y del golfo de los Estados Unidos
Impacto de los aranceles en las importaciones
En los últimos años, la política arancelaria entre Estados Unidos y China ha sido dinámica y ha influido notablemente en las relaciones comerciales entre ambos países. El primer Gobierno de Trump impuso aranceles sustanciales a una amplia gama de productos de consumo chinos, lo que alteró profundamente la estructura de costes de muchas empresas estadounidenses que dependen de estas importaciones. Cuando el presidente Biden asumió el cargo, mantuvo la mayoría de estos aranceles y, en mayo de 2024, anunció que los ampliaba para incluir otros productos importados, como el acero y el aluminio, los vehículos eléctricos, las baterías, los paneles solares, las jeringas, las agujas y los semiconductores. Esto complicó aún más el entorno comercial y afectó a muchos sectores de los Estados Unidos, como el del automóvil, la electrónica, las energías renovables, los dispositivos médicos, la construcción y la maquinaria pesada.
A continuación se detalla la ampliación de los aranceles de la administración Biden, que entró en vigor en septiembre.

El siguiente gráfico muestra el porcentaje de las importaciones que provenían de China cuando se anunciaron estos aranceles.

Aunque es probable que los aranceles no sean la única razón de este claro aumento en el porcentaje desde mayo, cuando se anunciaron los aranceles, hasta septiembre, cuando entraron en vigor. A pesar de que parte de esto se puede atribuir a la incertidumbre laboral, hay una fuerte correlación entre el aumento y el anuncio de los nuevos aranceles.
Con la reelección del expresidente Trump, se prevé un aumento de los aranceles a las importaciones de China, así como a las mercancías de otros países, como México y Canadá. Después de su victoria electoral, los cargadores comenzaron a acumular inventario para anticiparse a los posibles aranceles futuros. Aunque el nuevo gobierno no asumirá el cargo hasta el 20 de enero de 2025, por lo que aún se desconoce si habrá nuevos aranceles y cómo serán, la posibilidad de que se impongan una amplia variedad de aranceles ha provocado que los cargadores ajusten sus patrones de compra para mitigar los riesgos y los costes potenciales.
Los aranceles no solo afectan a los precios y a la disponibilidad de las mercancías en el mercado estadounidense, sino que también repercuten en las decisiones estratégicas que las empresas deben tomar con respecto al abastecimiento y la fabricación. Como los aranceles aumentan el coste de las importaciones, es posible que las empresas busquen alternativas para reubicar algunas operaciones a fin de mitigar los riesgos. Históricamente, lo habitual ha sido trasladar operaciones a México por sus menores costes y por las condiciones favorables de los acuerdos comerciales entre Estados Unidos y México. Pero, los cambios en las políticas comerciales y la posibilidad de que la próxima administración de Trump imponga nuevos aranceles han hecho que esta solución sea menos atractiva para muchos importadores estadounidenses.
Las incertidumbres de los cambios de administración y los altos costes y las complejidades de ajustar las estrategias de la cadena de suministro como respuesta a las mismas, hacen que las empresas se enfrenten a constantes desafíos a la hora de planificar y ejecutar estrategias de importación eficaces en los Estados Unidos. En este entorno comercial cambiante hay que tomar decisiones ágiles y bien fundamentadas para poder evitar los posibles obstáculos derivados de las políticas arancelarias fluctuantes.
Impacto de la incertidumbre laboral en las importaciones
Todavía no se han cerrado las negociaciones contractuales entre International Longshoremen’s Association (Asociación Internacional de Estibadores o ILA, por sus siglas en inglés), que representa a los trabajadores de 36 puertos de la costa este y del golfo de los Estados Unidos, y United States Maritime Alliance, lo que añade aún más incertidumbre a los que importan o exportan desde los Estados Unidos. Su contrato venció el 30 de septiembre de 2024, lo que provocó una huelga de tres días en octubre, que solo se resolvió temporalmente ampliando el contrato anterior hasta el 15 de enero de 2025. A día de hoy no se ha llegado a ningún acuerdo, lo que deja en el aire la amenaza de otra huelga, que podría prolongarse.
Tras la huelga de octubre, que solo duró tres días, las costas este y del golfo aumentaron tanto las importaciones como las exportaciones.

Ambos gráficos muestran un aumento de la permanencia en la semana de las huelgas, y la permanencia en las importaciones aún no ha vuelto a los niveles anteriores a la huelga en ninguna de las costas.
Dado que estos puertos gestionan el 43 % de las importaciones marítimas de los Estados Unidos procedentes de China, como medida de prevención ante la posible huelga de octubre, los cargadores acumularon inventario para evitar el riesgo de interrupciones, como retrasos o la inmovilización de la carga en los puertos. Esta práctica ha continuado, ya que se acerca la fecha límite del 15 de enero y el problema todavía no se ha resuelto.
Resumen
En 2024, la proporción de las importaciones de Estados Unidos procedentes de China aumentó al 37 %, lo que representa un aumento de casi el 7 % con respecto al año anterior, ya que China sigue desempeñando un papel crucial en la fabricación mundial, incluso en un contexto de desafíos globales. Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China se han complicado aún más debido a la creación y ampliación de los aranceles a productos estratégicos, lo que ha obligado a las empresas estadounidenses a revisar sus estrategias de abastecimiento y fijación de precios. Además, las negociaciones laborales sin resolver de los principales puertos de los Estados Unidos han provocado interrupciones operativas temporales, por lo que los cargadores han adoptado tácticas de gestión preventiva del inventario en previsión de los cambios arancelarios y de las posibles huelgas. Debido a la reelección del presidente Trump y a la amenaza de que imponga aranceles más estrictos, las empresas estadounidenses están considerando cada vez más alternativas a los métodos tradicionales de abastecimiento, como la reubicación y la reubicación a países cercanos, como respuesta a los cambios en las políticas comerciales.